
A nivel mundial, el número de muertes de mujeres por enfermedades relacionadas con el sistema circulatorio, supera al de los hombres. No obstante las cifras, en el imaginario social, las enfermedades cardiovasculares siguen vinculándose más con los hombres que con las mujeres.
Los médicos advierten que esta idea es perjudicial a la hora de prevenir o evitar muertes por estas causas en la población femenina. Incluso, los hechos demuestran que el pronóstico para una mujer que ha sufrido un infarto es peor que el de un hombre, tras la hospitalización.
Que las mujeres tomen conciencia sobre su vulnerabilidad a este tipo de patología es fundamental, especialmente a la hora de un diagnóstico precoz. Además, esto permitiría actuar rápidamente una vez que los síntomas se presentan. El tiempo, ante un infarto, es de vital importancia.
Conocer los riesgos, permitirá a las mujeres realizar cambios de hábitos tendientes a prevenir esta clase de enfermedades. Es recomendable realizar actividad física rutinariamente, alimentarse sanamente, evitar el tabaco y el exceso de alcohol. Además, una vez que se ingresa a la menopausia, es preciso hacer controles de salud cardiovascular.
Fuente: Fundación del Corazón